Friday, September 5, 2008

CARTA DE UNA PERIODISTA CHILENA

(esta es la experiencia de una profesora que le tocó viajar a buscar a
las niñitas con los papás)


Queridas amigas,

Fue tan intenso, lindo y lleno de gracia, lo que viví entre el viernes
y sábado, que aun no logro procesarlo.

Desde en el momento en que llegué al colegio (16:30) y la miss
Aracelli me pide que hable con la prensa de manera muy breve para
decir que el cuerpo directivo del colegio ya se estaba dirigiendo a
Arica y que pedíamos oraciones, hasta que regresamos con los 9 cuerpos
de las niñitas al colegio, no fue una, sino decenas de veces en que vi
de manera casi gráfica, la mano de Dios y su Gracia actuando una y
otra vez.

A medida que iban llegando los papás de las niñitas fallecidas o
lesionadas a las oficinas donde yo estaba, pude darme cuenta que lo
más importante era conseguir un avión de la FACH para que esos
desesperados papás pudieran llegar pronto a Arica, y sobretodo traer
de vuelta los cuerpos de sus hijas sin tener que lidiar con las
esperas y trámites de rigor.

Les prometo que casi con un par de llamadas a Felipe Harboe y a la
Paula V , una tremenda amiga que conoce personalmente al comandante en
jefe de la FACH, estaba todo listo para que dispusiéramos del avión de
la presidenta, quien adelantó su regreso de Pta. Arenas para que
dispusiéramos de su avión.

Entre medio aparece un concejal de Las Condes, sr. Camus, para
disponer un bus que trasladara a los papás al aeropuerto, también nos
manda paramédicos del SAMU para que atendiera las crisis nerviosas que
se estaban produciendo y por último me dice que contara con los
estacionamientos del estadio de la Católica y eventualmente los de la
U del desarrolo para las misas que realizáramos.

Mas avanzada la tarde llega al colegio la sra. Carmen Fernandez ,
directora de la ONEMI para decirme que ella personalmente nos va a
dejar arriba del avión.

Como a las 23:00, antes de subir al avión mi celular queda descargado
y un comandante de la FACH me entrega el suyo para que me lo lleve y
lo use todo lo que necesite (que no fue poco durante esa madrugada)

Conversando con los pilotos del avión presidencial me confidencia uno
de ellos que no había tripulación disponible para ese vuelo, ya que él
había estado viajando con la presidenta desde el día jueves sin parar
y los otros pilotos de ese avión estaban en Pta. Arenas, pero que él
al enterarse que las niñitas accidentadas eran las mismas con las que
él se había encontrado el martes comiendo en Iquique, se olvidó del
descanso que le correspondía y se ofreció para ir abuscar esas 'lindas
y alegres niñitas que tan buena impresión le causaron'.

Cuando llegamos a Arica y escuchando una conversación que teníamos con
el intendente sobre los 9 féretros que debíamos llevar, los pilotos y
suboficiales nos dicen que en el área de carga del avión sólo caben 5
féretros y ante la desesperación de nosotros y las conversaciones con
Fernando Barros explicándole la situación, los pilotos aparecen con
huincha de medir en mano para calcular si era posible meter féretros
junto a los pasajeros, y gracias a la buena voluntad de ellos y un
gran esfuerzo físico, fue posible llevar los 9 féretros en el mismo
avión.

Entre medio llama Enrique Cueto , de Lan, para dar órdenes expresas de
que el primer vuelo Lan de la mañana con destino a Stgo. era para las
niñitas del colegio y sus familiares, y que ofrecieran U$200 a todos
los pasajeros para que aceptaran ceder sus asientos.

Mientras esperábamos que llegaran los papás con los cuerpos de las
niñitas fallecidas, llega la ministra de educación, quien al saber que
estábamos ahí representando al Cumbres, nos felicita por la calidad de
niñitas que formaba el colegio.
Ella tuvo preciosos gestos de humildad y empatía con los familiares de
las niñitas (bajó del vuelo a sus dos asesores para dejar esos
espacios al abuelo y hermana de una de las niñitas; hacía cariño y
decía lindas palabras a los papás).

Lo más impresionante, impactante y emocionante se vivió en el regreso
a santiago.
¡Ese avión lo llevaba Dios! Les prometo que era algo sobrenatural lo
que se vivía ahí en el cielo.
Una paz y tranquilidad tan linda que resultaba inexplicable para los
pilotos y suboficiales de la FACH, tanto, que se nos acercaron a
preguntar cómo se podía explicar la actitud tan entregada de los
papás, cómo era posible que no hubieran llantos, gritos o alguna
muestra de desesperanza.
De verdad que con lo que se podía experimentar en el avión, en donde
se hacía tan evidente la presencia de Dios, daban ganas de que ese
vuelo llegara hasta Australia.

Por el momento sólo les puedo decir de manera muy personal que si mi
vida espiritual, mis compromisos con Dios y el Movimiento, dejaban
mucho que desear, ahora me resulta incomprensible que mi vida no
marque un antes y un después de esta preciosa oportunidad que Dios me
dio.

Y con absoluta certeza puedo decir que mis hijos se están educando en
el mejor y más completo colegio

M.Gabriela Valenzuela E.
Periodista Radio Infinita
gvalenzuela@infinita.cl
Tel: 7544400

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